BOLETÍN: Despachos desde Sevilla
Saludos desde un verano sofocante en el hemisferio norte, donde nuestro equipo ha estado trabajando duro para llevar a cabo nuevas investigaciones y convocar conversaciones críticas sobre una serie de temas, sobre todo las intersecciones y tensiones entre las políticas exteriores feministas y la agenda de financiación para el desarrollo, el tema de una reciente conferencia de la ONU celebrada en Sevilla, España.
En vísperas de la 4ª Conferencia Internacional sobre la Financiación para el Desarrollo (FFD4) se vertió mucha tinta, incluso por parte de nuestra Becaria Senior Beth Woroniuk, sobre el peligro que corría la igualdad de género de ser eliminada del documento final negociado. Entre las prioridades de nuestro equipo y de nuestros socios figuraba la de rescatar algún compromiso con la igualdad de género, en particular en el marco de las actividades de promoción en curso a lo largo del proceso preparatorio en las semanas y meses previos a la conferencia.
Con el telón de fondo de una política exterior cada vez más musculosa e imperial de “la fuerza hace el derecho”, y mientras los antiguos defensores del desarrollo asaltan las arcas de la ayuda para aumentar los presupuestos para bombas, nunca hemos necesitado tanto una política exterior feminista. Y, sin embargo, nunca nos había parecido tan inalcanzable.
Así que, por fin, tras los continuos esfuerzos de varios socios, ¿cómo nos fue?
Las negociaciones fueron tensas, con la salida en tromba de Estados Unidos y un documento final, el Compromiso de Sevilla, que no estuvo a la altura del momento a ojos de muchos de nuestros socios: Carecía de ambición en materia de deuda, fiscalidad y reformas de la arquitectura financiera internacional. Dejaba de lado cuestiones de salud y derechos sexuales y reproductivos, desatendía la realidad del aumento del gasto militar a costa de los presupuestos de desarrollo y se quedaba corto en los objetivos de justicia climática (Más información: Fòs Feminista, CARE Francia). En la propia Conferencia, se impidió el acceso de los activistas a las sesiones, y la seguridad confiscó las botellas de agua y los abanicos si contenían eslóganes relativos, por ejemplo, a la cancelación de la deuda o a la ayuda a Gaza, a pesar del calor extremo.
Pero, a pesar de estas deficiencias, la cohorte de la Financiación para el Desarrollo de países con políticas exteriores feministas ofreció un destello de liderazgo muy necesario, proporcionando algo de esperanza a un proyecto que, como escribí en mi misiva de finales de 2024, necesitaba realmente buenas noticias.
Este fue el tema de nuestro evento paralelo oficial, "Financiación para el desarrollo y políticas exteriores feministas: Explorando las sinergias", cuyos aspectos más destacados se presentan a continuación. Los gobiernos de México y Colombia defendieron la economía de los cuidados, compartiendo sus compromisos nacionales e internacionales y reconociendo esta cuestión en el texto. Eslovenia se comprometió a adoptar soluciones con perspectiva de género en la financiación para el desarrollo, incluidos los procesos humanitarios, y el país anfitrión, España, fue el único gobierno que aumentó su financiación para el desarrollo tanto en general como en materia de igualdad de género, al tiempo que se resistía a la tendencia mundial de aumentar el gasto militar. Junto con ONU Mujeres, España también buscó oportunidades para innovar, lanzando nuevos mecanismos para invertir en la igualdad de género y poner fin a la violencia de género a través de nuevas asociaciones de múltiples partes interesadas para la acción, que el Colaborativo se enorgulleció de apoyar. Defensores de la sociedad civil y expertos de FEMNET, ICRW y Walking the Talk aportaron una visión y una presión cruciales, abogando por revertir los recortes en los presupuestos de desarrollo, mantener la dotación de recursos para los movimientos feministas y afirmando que el alivio de la deuda debe ser un componente central de una política exterior feminista.
La pequeña pero fuerte cohorte está haciendo algo refrescante en este momento: mostrar al mundo lo que es posible cuando el Norte y el Sur trabajan juntos.
Ahora que vuelvo a mi despacho y me preparo para el ocupado año que queda de 2025 -desde las próximas reuniones de la Asamblea General de la ONU hasta la IV Conferencia Ministerial sobre Política Exterior Feminista, organizada por Francia- lo hago con un optimismo cauteloso. Los obstáculos son numerosos, la oposición feroz, las circunstancias más difíciles que nunca. Pero el progreso, aunque pequeño, sigue siendo posible. Sevilla me lo demostró y reafirmó la importancia de nuestro trabajo para apoyar una coalición verdaderamente global que tenga el valor de seguir empujando, incluso cuando las cosas se ponen difíciles. Me siento inspirada y agradecida a nuestra constelación de socios que están dando la cara y defendiendo el futuro que queremos.
Adelante.
Lyric Thompson
Fundadora y consejera delegada, Colaborativo de Política Exterior Feminista